Durante los días 26, 27 y 28 de octubre 2021, FAIN exhibió en el Recinto Escandón el trabajo de 30 artistas independientes e internacionales. El evento también se celebró previamente en Monterrey y Guadalajara, después de que en 2020 no se pudo llevar a cabo por la contingencia sanitaria. Asimismo, los organizadores, Casa Equis y Grupo Ache, expresan que FAIN nace con el objetivo de establecer conexiones entre la gente y los artistas; así como, ofrecer arte emergente de calidad y a precios accesibles.

Por consiguiente, los artistas participantes debieron cumplir con dos requisitos fundamentales, que son: tener al menos una obra de menos de 5 mil pesos; y, ninguna por encima de los 60 mil. De esta manera, la feria puede lograr el objetivo de incentivar a nuevos coleccionistas de arte a acercarse a las propuestas contemporáneas.

Ante tal evento, nosotros en Modernidades fuimos a investigar todo acerca de FAIN; y, así, traerles a ustedes lo que está pasando en el mundo del arte contemporáneo y alternativo.

Desde el primer instante en que llegas a la FAIN, el ambiente que te envuelve es muy relajado y llamativo; es decir, puedes observar lo que podrás ingerir mientras te sientas en sillas de colores a platicar de arte o disfrutar la música y el aire libre. Más que una experiencia artística, también se convierte en una experiencia social, porque todos admiran e interpretan el arte; mientras, puedes degustar pizza, café y hasta copas de vino.

Así mismo, la feria cumple con su objetivo de acercar a los artistas con el público interesado, puesto que están en el mismo espacio conviviendo; tanto en la exposición, como al aire libre y continúan platicando con todos los interesados en sus obras.

Dentro del recinto, el espacio es amplio y ligeramente silencioso. Primero, la gama de colores atrapa tu atención inmediatamente, ya sea porque forman parte de figuras geométricas o de obras con mucho cuidado en la estética; hasta aquellas que son una lluvia de pintura desperdigada.

Ciertamente, tus ojos se posan específicamente en aquel cuadro, pieza o figura que haya atrapado tu atención. Por ejemplo, era imposible ignorar una peculiar prenda anaranjada: un abrigo de dinosaurios, en el que destacan peluches de dinosaurios, muy tiernos; elaborado por la artista Gina Mier, el cual también podías comprar si resultaba de tu interés (pero de ello hablaremos más adelante).

Además, a lo largo de la feria puedes encontrar obras creadas con distintas técnicas y materiales; tales como, acuarela, acrílico, óleo, esmalte, fotografía, dibujo, tela, grabado, grafito, impresión digital y collage, por mencionar algunos.

Claramente, las piezas de arte exhibidas son muy valiosas, pero, más valioso es tener la oportunidad de admirar una obra desde su lado más cercano e íntimo; principalmente, me refiero al origen de su creación , compartido por el propio artista. Sin duda, el hecho de que los mismos artistas estén ahí, con la total amabilidad y disposición de compartir qué significa para ellos su obra, su inspiración; y, hasta el proceso de realización, convierte la experiencia en algo muy ameno, cercano y agradable.

Así mismo, tuvimos la oportunidad de hablar con algunos artistas respecto a sus obras y todo lo que conllevó el proceso creativo. Incluso, pudimos intercambiar puntos de vista sobre lo que, a primera vista interpretamos, y lo que ellos buscan transmitir mediante su creatividad.

La propuesta de Diego Ascencio gira en torno a las rimas del rap; por ende, selecciona las rimas ingeniosas dentro de las canciones y las representa en bloques de diferentes colores. Algunos de los raperos cuyas letras representa son: Kanya West, Kendric Lamar y Eminem.

Por lo cual, su principal objetivo es expresar que el rap es arte y poesía; de esta forma, mostrar con su obra, la complejidad de la construcción de los versos que componen estas canciones. Así, deslegitimar la connotación negativa de este género musical. Cabe destacar que los colores seleccionados están relacionados a su experiencia como artista, no a los sentimientos que le evocan las canciones.

De acuerdo con Oscar Bernal, todas las personas que vemos en el día a día las olvidamos; por lo tanto, él trabaja con retratos de óleo para reconocer a un otro, ya que necesitamos ese reconocimiento para ser nosotros mismos. En su obra podemos encontrar que hay gestos parecidos y recordamos a ciertos personajes como: el abuelo, el señor de clase alta, la madre, entre otros. Esto es para realizar una remembranza de todos aquellos personajes cotidianos que tenemos presente en nuestras vidas.

Por el otro lado, Bernal realiza critica social y ambiental con sus pinturas; en especifico, critica al clasismo con estos mismos personajes y sus maneras de hacer menos a las personas. O bien, como ejercicio artístico, avienta la pintura para ver qué sale dentro del cuadro.

Lo mas interesante para él es el hecho de que el espectador pueda realizar sus propias historias con sus pinturas; por lo que prefiere decir lo menos posible para posibilitar la interpretación libre.

El proyecto de Camila GB busca representar lo íntimo y los simulacros de la intimidad, desde tangas impresas en sábanas de sus amigues. Así, representa lo que usamos las mujeres para ser objeto de deseo para lo masculino; en consecuencia, simboliza cómo nos ponemos a nosotras mismas como objeto de consumo y perdemos intimidad con la otra persona.

Además, argumenta una dualidad entre “lo suave y amenazante”; esto es, la concepción masculina de cómo las mujeres deben de expresarse. Por un lado, está la parte de femme fatale; por el otro, debe de presentarse como sumisa.

Igualmente, Camila trabaja con poesía y necesita revisiones de sus textos; a este fin, ella pide tal revisión y a cambio ella manda una nude como transacción de servicios. Con esta actividad, ella se ha dado cuenta que la gente tiene hambre de intimidad, lo cual busca transmitir con su arte.

A través de las ilustraciones 3D hechas con render, Edmundo Barraza recrea los edificios más populares de CDMX. De ello nos saca de contexto al quitar a las personas y al ruido para que podamos apreciar al edificio tal y como es. Además, así muestra que no le prestamos atención a la ciudad en nuestra cotidianidad, lo cual es un reflejo de una sociedad acelerada sin tiempo de nada.

Su estilo arquitectónico se basa en jugar con las sombras y el volumen, de esta manera sintamos la soledad y la impresión de estas estructuras que componen a la CDMX.

Si alguna vez has tachado un libro para hacer anotaciones, Teresa Olmedo no solo te entiende; sino que lleva sus observaciones de los libros al bordado y a los textiles. Para realizar este concepto, ella cuestiona el discurso hegemónico que hila al mundo; por lo que, retoma a filósofos tradicionales y decoloniales para contrastar puntos de vista y expresar sus cuestionamientos al conocimiento académico.

Asimismo, busca enfatizar, subrayar y criticar el texto con base en los roles históricos de las mujeres; así como las consecuencias del racismo y clasismo en el mundo contemporáneo.

El artista, Hugo Gallegos cuenta con tres proyectos acerca del medio ambiente con la técnica de óleo, estos son los siguientes:

Originaria de Oaxaca, Karen Rodríguez percibe con ojos frescos a la Ciudad de México; por lo cual, retoma y repiensa los muros con grafitis que se encuentran en la metrópolis. Gracias a su experiencia artística, reflexiona el porqué nos causa tanto conflicto y ruido los grafitis en las paredes; entonces, para comprender este fenómeno, reconfigura estas expresiones para que pensemos acerca de nuestra relación como comunidad con los muros de la ciudad.

Athenea Papacostas con su exposición “Una suerte de política”, no solo le da una segunda vida aquellos objetos “inservibles”; sino que propone que veamos este objeto como lo que significó en algún momento. Lo hace con dos cosas: el boleto de lotería para rifar el avión presidencial y el plástico de las botellas de vino.

En el caso del boleto de avión, lo reconfigura como “el avión ya se fue”, ya que ninguno de esos boletos fue el ganador. Busca que pensemos en lo que fue este evento de lotería y qué es lo que deja detrás esta parafernalia.

La segunda propuesta trata acerca de las reuniones representadas con el plástico de las botellas de vino; con ello, recordarte en la copa compartida con tus amigos y en la alegría de reunirnos un momento con personas importantes para nosotros.

Todas las propuestas de los artistas exhibidos en FAIN dejan algo a reflexionar al espectador. Por nuestra parte, nos sorprendimos al ver la creatividad de todos los participantes; ya que, habían materiales y conceptos que ciertamente no imaginábamos que fueran posibles.

Cada pieza y cada exhibición nos hizo discutir sobre lo que nos hacia sentir o pensar, lo que nos transmitía; y, varias veces nos quedábamos un buen rato observando la pieza para entender la conexión que tuvimos entre nosotras como espectadoras y la obra de arte.

Sin duda alguna, el objetivo de la feria se cumple: nos acerca al arte de manera accesible, nos enseña, nos hace sentir y discutir. Además, esta cercanía es genuina, los artistas estaban dispuestos a compartir ideas, a escuchar lo que tenías que decir de su trabajo; lo cual, siempre deja un buen sabor de boca y rompe los mitos de que el arte solo es para ciertos sectores.

Esperamos que ustedes puedan revivir con nosotras la experiencia artística de este proyecto tan relevante en una sociedad como la actual; así que cuéntanos que opinas acerca del arte independiente y contemporáneo en los comentarios ¡Queremos saber tu punto de vista!

A pesar de que la feria terminó, aún puedes visitar la tienda online de FAIN, donde podrás ver las piezas exhibidas durante el evento; así como los artistas que las crearon, el material y técnica utilizados, medidas y precios, también puedes saber si ya se vendieron, por una etiqueta anaranjada (Sold).

Igualmente, puedes filtrar el rango de precios que desees conseguir, ya que, dependiendo el tamaño, materiales, técnica, diseños, etc., van de $1,900 hasta $60,000.

Aquí una lista de los artistas que participaron en la feria, junto con sus cuentas de Instagram para que vayas a admirar su trabajo.

Ali Estrada, de Ciudad de México

Arantxa Solís, de Ciudad de México

Athenea Papacostas, de Ciudad de México

Blume Vermello, de Ciudad de México

Bogdan Mihai, de Rumanía

Carmen Serratos Chavarría, de Ciudad de México

Diego Ascencio Fuentes, de Guadalajara

Edmundo Barraza Guerrero, de Ciudad de México

Gibrán Turón, de Ciudad de México

Gina Mier, de Ciudad de México

Guadalupe Quesada, de Ciudad de México

Hugo Gallegos, de Ciudad de México

Ileana García Magoda, de Ciudad de México

Julio Alarcón, de Ciudad de México

Karen Rodríguez, de Ciudad de México

Lucrezia de Fazio, de Italia

Omar Mendoza, de Ciudad de México

Óscar Bernal, del Estado de México

Sally Scopa, de Estados Unidos

Teresa Olmedo, de Ciudad de México

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